Tipos de palets y sus características técnicas
Conocer las diferencias entre palet europeo y americano es fundamental para cualquier empresa que gestione operaciones logísticas internacionales. Ambos modelos cumplen funciones similares, pero presentan diferencias clave que pueden afectar el rendimiento, compatibilidad con maquinaria, transporte y almacenamiento.
El palet europeu, también conocido como EUR o EPAL, se rige por una normativa estricta y tiene unas dimensiones estandarizadas de 1200 x 800 mm. Está diseñado para facilitar el transporte en Europa y es ampliamente compatible con sistemas automatizados, estanterías y vehículos de transporte del continente. Su construcción robusta y simétrica lo hace ideal para cargas pesadas y estabilidad en apilamiento.
En cambio, el palet americà, o GMA (Grocery Manufacturers Association), mide 1219 x 1016 mm. Este tipo de palet es más común en América del Norte y está optimizado para contenedores marítimos y plataformas logísticas de esa región. Aunque ofrece mayor superficie útil, su tamaño puede ser menos eficiente en espacios diseñados para palets europeos, como camiones o almacenes automatizados europeos.
Además del tamaño, existen diferencias entre palet europeo y americano en el diseño estructural. El palet europeo suele tener cuatro entradas para las horquillas de la carretilla, lo que mejora la maniobrabilidad, mientras que el palet americano puede tener entradas menos versátiles según el modelo. También varían los materiales, tratamientos térmicos y el tipo de certificación exigida para exportación.
Elegir el formato adecuado para tu empresa
Les variaciones entre modelos de palets industriales pueden parecer menores, pero en la práctica tienen un impacto directo en los costes logísticos y la eficiencia operativa. Elegir el formato correcto —europeo o americano— depende de varios factores, como el mercado objetivo, los requisitos de almacenaje, y los medios de transporte utilizados.
Una empresa que exporte productos desde Europa a América necesitará prever la compatibilidad con ambos formatos. En algunos casos, se utilizan adaptadores o se rediseñan los embalajes para ajustarse a los estándares locales. Este tipo de decisiones puede influir tanto en los tiempos de entrega como en los costes de operación.
En términos de sostenibilidad, el palet europeo tiene ventajas por su reutilización más extendida y su trazabilidad, especialmente si proviene de una empresa certificada como Reciclajes Moa, que reacondiciona palets bajo normas EPAL. Por su parte, el palet americano puede ser más difícil de reacondicionar por su construcción menos homogénea, aunque también existen procesos de reciclaje viables para este tipo.
Otro aspecto a considerar que marca diferencias entre palet europeo y americano es el peso. El palet europeo tiende a ser más ligero, lo que se traduce en una posible reducción de costes en transporte terrestre. El palet americano, al ofrecer mayor superficie, puede ser más útil para productos voluminosos, pero podría aumentar el peso total del envío.
Impacto logístico de una buena elección
Les diferencias entre palet europeo y americano no son solo cuestiones de tamaño o diseño, sino también de integración logística. Un mal ajuste entre el tipo de palet y el sistema de transporte puede causar demoras, sobrecostes o incluso daños a la mercancía. Por eso, empresas con una visión logística global suelen trabajar con proveedores especializados que ofrecen ambos formatos y asesoramiento técnico.
Reciclajes Moa, por ejemplo, no solo reacondiciona palets europeos y americanos, sino que también ayuda a las empresas a elegir el formato más rentable y eficiente para su operativa. Esto incluye la posibilidad de fabricar palets a medida, cumplir con normativas fitosanitarias para exportación y ofrecer trazabilidad completa del ciclo de vida del producto.
En definitiva, comprender estas diferencias permite a las empresas tomar decisiones informadas y estratégicas. Un simple cambio en el tipo de palet puede mejorar la eficiencia de todo el proceso logístico, reducir costes y contribuir a una gestión más sostenible de los recursos.
